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Armenia

Fecha de visita: Julio-Agosto 2023

Cinco motivos para viajar a Armenia:
(pero no los únicos)

Álbum de fotos

Cañón del río Kasakh en Saghmosavank

En la actualidad, Armenia es un pequeño país, de dimensiones parecidas a las de Catalunya. Su territorio histórico había alcanzado una extensión mucho mayor, pero siglos de invasiones, conquistas e intervenciones externas lo redujeron considerablemente.

La Iglesia Apostólica de Armenia -enmarcada en las Iglesias Ortodoxas Orientales- es la religión mayoritaria del país, que fue el primero en adoptar el cristianismo como religión oficial en el año 301.

La lengua armenia cuenta con un alfabeto propio, creado en el año 405 por el religioso y lingüista Mesrop Mashtots para que toda la población pudiera ser instruída en su lengua y, sobretodo, para poder traducir los textos religiosos del griego -la lengua culta empleada entonces- al armenio.

Es un país montañoso, con un 85 % del territorio considerado área de montaña, y con acusados desniveles (el punto más bajo se encuentra a 390 m i el más elevado a 4.090 m sobre el nivel del mar). Los ríos que atraviesan el país han dibujado profundos cañones, que contribuyen a dar un aspecto más accidentado a su relieve.

Se perciben notables diferencias per lo que se refiere al estilo de vida -y al nivel de riqueza- entre las grandes ciudades (especialmente en los barrios céntricos) y las zonas rurales, la mayor parte del territorio.

El turismo extranjero es todavía un fenómeno incipiente, lo cual permite disfrutar de un país poco alterado por la llegada de visitantes, incluso en los lugares más populares.

Yerevan

La capital de Armenia es una ciudad muy viva, con un centro animado y bullicioso, que recuerda a las grandes urbes europeas.

Yerevan no es una ciudad monumental ya que, por desgracia, durante la etapa Soviética se destruyeron muchos edificios históricos. Sin embargo, cuenta con diversos museos interesantes entre los que destaca el History Museum of Armenia, con espléndidas colecciones que van desde el Paleolítico hasta el final de la Edad Media. Otro museo imprescindible es el Matenadaran, un centro de referencia mundial en la conservación, estudio y restauración de manuscritos.

En cuanto a museos de arte, cabe destacar especialmente el Cafesjian Center for the Arts, que incluye un jardín de esculturas al aire libre y una gradería con esculturas y objetos de diseño en el interior del Cascade Complex, un lugar curioso desde donde se tienen unas buenas vistas de la ciudad, con el monte Ararat de fondo. La National Gallery of Armenia, a pesar de tener cerradas varias salas de la colección permanente en el momento de la visita, ofrece algunas muestras temáticas destacables (el Impresionismo armenio o las salas dedicadas a Hovhannes Aivazovsky). También es interesante el modesto Modern Art Museum, donde se pueden contemplar obras de artistas armenios sobre todo del siglo XX. Para conocer la creación artística armenia actual, vale la pena realizar una visita al NPAK, Armenian Center for Contemporary Experimental Art.

Mención específica merece el Armenian Genocide Memorial & Museum, un complejo creado para rememorar el genocidio perpetrado contra el pueblo armenio por parte del imperio Otomano entre 1915 y 1923. Consta de un museo donde se explican el genocidio y sus antecedentes, un parque de abetos plantados por gobiernos y organismos exteriores que visitan el recinto y el memorial propiamente dicho, donde arde una llama permanente para honrar a las víctimas. Un sitio realmente impactante. Como información práctica, cabe decir que queda muy alejado del centro y que no hay transporte público, por lo que el taxi es prácticamente la única opción.

Otros puntos de interés son la Plaza de la República, donde durante el verano cada noche tiene lugar un espectáculo de agua, luz y música, la Plaza Charles Aznavour, la Mezquita Azul -la única de la ciudad, restaurada y financiada por el gobierno iraní- y la Mirzoyan Library, un edificio con un patio interior espectacular -donde a menudo se organizan conciertos-, en el que hay una biblioteca especializada en fotografía y dos bares. Como curiosidad hay que mencionar una minúscula iglesia del siglo XIII, la Katoghike, que está prácticamente pegada a otra más grande y moderna.

En el centro de la ciudad -distrito Kentron-, sobre todo en verano, bares y restaurantes instalan terrazas donde comer y beber hasta bien entrada la noche.

más enlaces sobre yerevan

Sanahin

Monasterio de Sanahin. Gavit de la iglesia de S. Astvatsatsin

Los Monasterios

Armenia cuenta con una gran riqueza en cuanto a monasterios se refiere. Se distribuyen por todo el territorio, generalmente ubicados en lugares espectaculares.

La mayoría fueron fundados entre los siglos VII y XIII. Durante los siglos posteriores, gozaron de ampliaciones en tiempos de prosperidad, pero también sufrieron saqueos y destrucción, agravada por violentos terremotos. Su aspecto actual se debe, sobre todo, a las labores de restauración iniciadas en el siglo XX y que, en algunos casos, todavía perduran.

Suelen tener más de una iglesia (normalmente hay una dedicada a la Virgen -S. Astvatsatsin- y también es habitual encontrar dedicadas a S. Gregorio el Iluminador, que trajo el cristianismo al país). Las demás dependencias del complejo monástico se encuentran en mejor o peor estado de conservación dependiendo, sobre todo, de la afectación sísmica (durante la etapa Soviética sólo se reconstruían aquellos edificios de los que se podían recuperar al menos el 60 % de las piedras originales) .

Cabe decir que, en la Edad Media, muchos de estos monasterios no eran tan sólo lugares de culto sino que tenían universidad y eran centros de referencia en muchos ámbitos del conocimiento de la época.

Desde el punto de vista arquitectónico, las iglesias armenias se caracterizan por las cúpulas cónicas que las coronan pero también porque muchas tienen una estancia llamada gavit, que hace las funciones de vestíbulo y mausoleo. Se hizo habitual a partir del siglo X y, a menudo, sus dimensiones eran mayores que la propia iglesia. El gavit era desde donde el pueblo podía oír la misa, ya que la entrada a la iglesia propiamente dicha estaba restringida a los religiosos y a los nobles.

Actualmente, la mayor parte de los monasterios son propiedad de la Iglesia Armenia y, por lo general, se mantiene el culto. Gracias a ello, por el momento, la entrada es gratuita.

10 MONASTERIOS QUE NO TE DECEPCIONARAN

No es sencillo elegir qué monasterios visitar en un país donde hay tantos y tan bonitos. Os proponemos diez que, por diferentes motivos, creemos que vale la pena ir a conocer. El principal criterio de selección es el interés arquitectónico, pero también hemos tenido en cuenta el estado de conservación, la diversidad de edificaciones, su significación histórica y cultural y su ubicación.
La lista puede ampliarse o reducirse, evidentemente, en función del tiempo del que se disponga y del tipo de viaje que se realice. Algunos pueden visitarse en una excursión de un día desde Yerevan. Otros requieren pasar al menos una noche fuera de la capital o realizar una ruta de varios días (una opción recomendable para conocer mejor el país y poder combinar las visitas a monasterios con otros lugares de interés).
Los presentamos por orden alfabético, para evitar ningún tipo de ranking. Cada uno está enlazado su correspondiente artículo de Wikipedia (en inglés, ya que son los más completos).

OTROS LUGARES DE INTERÉS
Garni

Templo de Garni

Se trata del único templo grecorromano que queda en Armenia ya que, cuando el país adoptó oficialmente el cristianismo en el siglo IV, todos los templos paganos se fueron destruyendo progresivamente. El motivo por el que éste se conservó todavía es objeto de debate. Algunas teorías apuntan a que el rey Tiridates III lo indultó, a petición del sacerdote que lo cuidaba, porque estaba ubicado en el recinto del palacio real y de pequeño había jugado allí. En el siglo VII se construyó una iglesia junto al templo, pero un terremoto la derribó y actualmente sólo quedan sus cimientos. A finales del siglo XVII, otro terremoto derribó el templo. Se reconstruyó entre 1969 y 1975.

A pocos metros del templo se encuentran los restos de unas termas de estilo romano, del siglo III, en las que se conservan fragmentos de un mosaico.

Sinfonía de piedras

En la garganta que forma el río Azat, cerca del pueblo de Garni, se encuentra una de las principales curiosidades naturales del país. Conocida por Sinfonía de piedras, se trata de una formación rocosa de columnas de basalto de perfil hexagonal y pentagonal, que alcanza unos 50 m de altura y, en muchos puntos, recuerda a los tubos de un órgano. De ahí el nombre tan musical del lugar. La música, en realidad, la pone el río que transcurre a pocos metros de la pared de roca y, en temporada de verano, los miles de golondrinas que hacen allí sus nidos.

La formación de estas columnas prismáticas parece deberse al enfriamiento de la lava, que cuando se solidifica pierde volumen y cristaliza generando dichas formas geométricas.

En un tramo del recorrido se puede contemplar el templo de Garni en lo alto de la garganta.

Khndzoresk

Khndzoresk

Khndzoresk viejo es un pueblo deshabitado desde 1958, donde las casas están hechas en cuevas o excavadas en la roca. Llegó a ser una población importante del sudeste del país puesto que, según algunas fuentes, había llegado a contar más de 8.000 habitantes. La prueba es que había tenido tres escuelas y dos iglesias.

El acceso a las casas cueva se hacía mediante cuerdas y escaleras. Algunas viviendas -pocas- se ampliaron con edificaciones en frente. Cuando se abandonó el pueblo algunas cuevas todavía sirvieron durante bastante tiempo como almacenes y establos.

Actualmente se llega a Khndzoresk por un puente de unos 160 m de largo suspendido a unos 60 m sobre un arroyo. Después, siguiendo los senderos, se pueden ver varias cuevas y una iglesia del siglo XVII.

Etchmiadzin

En Etchmiadzin se encuentra la sede de la Iglesia Apostólica de Armenia, el equivalente al Vaticano de la Iglesia Católica, aunque bastante más modesto. En él reside el Catholicos, el prelado supremo de la Iglesia Armenia.

El edificio principal del complejo es la catedral (desgraciadamente cerrada por unas obras que, cuando estuvimos, ya hacía un año que debían de estar terminadas). Está declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Hay otra iglesia moderna y varios edificios de distintos estilos y relativo interés.

Antiguamente se conservaban manuscritos procedentes de diferentes monasterios pero se trasladaron al Matenadarán, en Yerevan.

Es recomendable combinar la visita a Etchmiadzin con la de las ruinas del templo de Zvartnots, a unos 10 minutos en coche.

Etchmiadzin
Zvartnots

Templo de Zvartnots

Las ruinas de la catedral de Zvartnots están declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, junto con la catedral de Etchmiadzin.

El templo fue construido en el siglo VII y un terremoto lo derribó completamente en el siglo X. Las piedras permanecieron enterradas durante 1.000 años, hasta que no se restauró la columnata y los arcos que son visibles actualmente, a comienzos del siglo XX.

Tenía planta circular y se levantaba en tres niveles, tal y como se puede ver en la maqueta que hay en el pequeño museo anexo. Allí mismo, en una serie de paneles, se muestran diferentes ejemplos de la arquitectura medieval armenia, además de amplia información sobre la restauración del sitio.

Cementerio de Noratus

En este cementerio, a poca distancia del lago Sevan, hay más de 900 estelas funerarias llamadas khachkars. Estos trabajos en piedra, característicos del arte medieval armenio, muestran una cruz rodeada de motivos ornamentales.

Khachkars los hay por todo el país (se encuentran prácticamente en todos los monasterios). Lo que sorprende de Noratus es la alta concentración de ellos. Incluso alguna leyenda cuenta que un ejército invasor pasó de largo por el sitio porque confundieron las losas de piedra con soldados que les estaban esperando.

Aparte de las estelas con cruces, en Noratus también hay piedras con ilustraciones grabadas que muestran el oficio o la riqueza de la persona enterrada.

La lista de lugares de interés de un país tan cargado de historia y con lugares espectaculares desde el punto de vista natural puede alargarse mucho más. A continuación se comentan brevemente algunos de estos puntos. Puede que no sean lugares que merezcan un largo desplazamiento por sí solos, pero que, si al planificar la ruta se pasa cerca, vale la pena hacer una parada.

Es el caso del Caravasar de los Orbelian, una curiosa construcción del siglo XIV que servía para albergar las caravanas por la noche, que se encuentra a 2.400 m de altitud, junto a la carretera M10, cerca del paso de Selim.

La Cueva de Areni-1, también conocida por Cueva de los Pájaros, es famosa porque se encontró el zapato más antiguo que se conoce, con más de 5.500 años de antigüedad. Actualmente, este zapato se conserva en Yerevan, en el History Museum of Armenia. En la cueva, que todavía se está excavando, se han encontrado restos de la ocupación humana desde hace más de 6.000 años.

Karahunj, o Carahunge, conocido también por el «Stonehenge armenio», es un conjunto de grandes bloques de piedra dispuestos en círculo del que salen dos hileras de menhires. Muchas de estas piedras tienen un agujero y se había especulado si tenía relación con la observación astronómica, algo que no cuenta con el acuerdo de la comunidad científica.

Gyumri, la segunda ciudad más grande del país, tiene un centro histórico interesante, con casas nobles construidas en piedra oscura. En 1988 un terremoto castigó duramente a la población, pero se reconstruyó y actualmente hay mucha actividad, tanto económica como cultural.

Para conmemorar los 1.600 años del alfabeto armenio, en 2005 se inauguró un monumento en forma de parque, en el que se encuentran los 39 caracteres realizados en piedra. El sitio suele estar lleno de gente haciéndose fotos con su inicial, pero tiene el encanto de una espléndida ubicación, con el monte Aragats de fondo.

Las fortalezas de Amberd y de Lori son monumentos cargados de historia pero, en ambos casos, cuentan con pocas edificaciones de pie. Se encuentran en lugares impresionantes, la primera a 2.300 m de altitud y la segunda cerca de un desfiladero espectacular.

En el Parque Nacional de Dilijan hay una extensa red de caminos que permiten realizar desde paseos sencillos hasta rutas de varios días. Cabe destacar la diversidad de la flora que se puede observar y la majestuosidad de sus bosques.

Karahunj, el Stonehenge armenio

recomendaciones:

Si bien en la capital se puede ir prácticamente a todas partes a pie, para visitar muchos de los lugares interesantes del país es necesario disponer de un coche, ya que el transporte público no llega a todas partes. Existe la posibilidad de alquilar un auto, preferiblemente un todoterreno, y realizar el viaje al ritmo de cada uno o también se puede recurrir a una agencia local y contratar coche con conductor, tanto para realizar visitas de un día desde Yerevan como para hacer una ruta por el país. Ésta es una opción bastante recomendable si no se dispone de mucho tiempo, ya que a veces la señalización es escasa o está sólo en armenio y, por otra parte, el estado de las carreteras es muy variable.

Armenia es un país muy seguro. Con sentido común y respeto, se puede ir a todas partes y salir a cualquier hora sin riesgo alguno. Conviene evitar la región de Nagorno-Karabaj, en la que existe un conflicto territorial con Azerbaiyán.

Para evitar un susto en la factura del teléfono, es recomendable comprar una SIM de prepago de una compañía local (nosotros optamos por VIVA-MTS y disfrutamos de una cobertura y velocidad de conexión muy buenas en todo el país) . En la misma tienda oficial de la marca nos ayudaron a realizar la instalación y pudimos conservar todo lo que teníamos en el móvil (chats de Whatsapp, por ejemplo).

La Tarjeta Sanitaria Europea no es válida en Armenia y, por lo tanto, conviene contratar un seguro que cubra cualquier eventualidad que se pueda presentar durante el viaje.

La moneda local es el Dram. El pago con tarjeta está extendido prácticamente por todo el país. Es necesario disponer de efectivo para las propinas (el servicio no suele estar incluido en los tickets de bares y restaurantes) y pagos puntuales en mercados o pequeños establecimientos. Dado que el país se encuentra fuera de la zona Euro, una buena solución para minimizar las comisiones tanto al realizar pagos con tarjeta como en la retirada de efectivo es disponer de una tarjeta que ofrezca ventajas en los viajes, como Revolut. Nuestra experiencia con este banco online es muy satisfactoria.

Armenia posee una tradición de más de 6.000 años en la elaboración de vino. No es de extrañar, pues, que en bares y restaurantes se pueda disfrutar de vinos de gran calidad. Los precios varían bastante, pero incluso los más económicos generalmente son recomendables.
Las cervezas locales también merecen una mención especial por la variedad y sabor que ofrecen las diferentes marcas (las probamos casi todas y damos fe de ello).
Por último, también hay que hablar del café. Simplemente extraordinario.